El mes de mayo comienza con el maratón de oración a la Virgen deseado por el Papa Francisco y promovido por el Dicasterio para la Nueva Evangelización, que une los templos marianos del mundo en la petición de liberar a la humanidad del drama de la pandemia.
Alessandro De Carolis – Ciudad del Vaticano
De la «W» de Walsingham a la «P» de Pompeya. Es el alfabeto del Rosario, el alfa y omega del maratón mariano planetario que comienza hoy, convocado por el Papa Francisco para implorar el fin de la pandemia. Una cadena de fe y devoción simbolizada por la corona del Santo Rosario que se rezará cada día a las 18 horas, hora de Roma, en 30 santuarios de los 5 continentes, empezando por el templo inmerso en el verdor de Norfolk, en Inglaterra, donde en 1061 la Virgen se apareció a la noble Richeldis de Faverches, en el pueblo de Walsingham. Una de las capillas más antiguas dedicadas al culto mariano, arrasada por Enrique VIII, reconstruida en el siglo XIX y a la que en 2016 el Papa reconoció el título de «basílica».LEA TAMBIÉN27/04/2021
Recorrido entre los iconos del mundo
Así comienza el mes de mayo de 2021, con el rezo mundial en directo del Rosario inaugurado por el propio el Papa Francisco a las 18 horas en la Basílica de San Pedro, frente al icono de la Virgen del Socorro, y concluido por él, el 31 de mayo, también desde el Vaticano a las 18 horas.
El año pasado fueron los Santuarios del mundo los que conectaron con Roma en la tarde del 30 de mayo, para rezar el rosario con el Papa frente a la Gruta de Lourdes en los Jardines Vaticanos. Este año la oración se hará polifónica, con los más variados idiomas y acentos – desde Corea del Sur hasta Brasil, desde Sydney hasta Washington, pasando por algunos de los santuarios más famosos, Fátima, Czestochowa, Loreto – lo que dará forma y contenido al título elegido para la iniciativa: “De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios” (Hch 12, 5), promovida por el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización.
Por las víctimas y los que sufren la pandemia
«Esta llamada comunitaria pretende conseguir una oración continua, distribuida en los meridianos del mundo», explicó el Dicasterio dirigido por el Arzobispo Rino Fisichella. «Todos los Santuarios del mundo están invitados a rezar en la forma y el lenguaje en que habitualmente se expresa la tradición local, para invocar la reanudación de la vida social, del trabajo y de las numerosas actividades humanas que han quedado suspendidas» a causa del Covid.
Al igual que la costumbre del Papa Francisco el año pasado, al comienzo de las Misas en directo desde la Casa Santa Marta – la «parroquia» abierta por Francisco cuando el confinamiento había clausurado todas las demás – cada rezo del Rosario estará dedicado a una o varias categorías de personas más afectadas por el coronavirus. Empezaremos rezando por los fallecidos de la pandemia y poco a poco nos acordaremos de los médicos, del personal sanitario, de los pobres y desempleados, de los ancianos y presos, de los sin techo y de todos los que han sufrido y siguen sufriendo la mordedura de este drama. «Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre», había escrito el Papa en su carta dirigida a los fieles en 2020, «nos hará estar aún más unidos como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba».
Fuente: Vatican News
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